miércoles, 15 de julio de 2009

Se quiere, se puede


Estuve recordando mi primer trabajo como secretaria. Trabajaba en una empresa multinacional como recepcionista hacía dos años, pero siempre había querido ser secretaria. Entonces me planteé una meta. Sentía que ya había cumplido mi ciclo en la Recepción, había aprendido mucho sobre la empresa y me sentía realmente preparada para un nuevo desafío.

No solo me planteé el puesto que me gustaría ocupar, sino también con quién me gustaría trabajar. Cuando nos proponemos metas debemos saber detectar oportunidades, por eso miré a mi alrededor y noté que el director de la empresa era el único ejecutivo que no tenía secretaria. No tardé mucho en comprender que allí estaba mi oportunidad. Además me interesaba trabajar con él ya que tenía una imagen muy seria y profesional. Sabía que era una persona muy exigente, pero eso constituía un desafío que me atraía y me garantizaba que podría aprender mucho a su lado.

Preparé una propuesta, detallando todas las tareas que podía realizar en base a mis conocimientos y de qué manera podía ayudarlo a optimizar sus tiempos y resultados. Junté coraje y le solicité una entrevista. En esa charla, presenté mi propuesta, manifesté mi compromiso con la empresa, mis deseos de crecer y mi interés puntual en desempeñarme en ese puesto.

Al poco tiempo me convertía en secretaria de Dirección, una posición interesante porque aprendí mucho y porque, al tratarse de un puesto nuevo, pude diseñarlo a mi manera.

Hoy me pregunto qué hubiera ocurrido si no hubiera decidido entonces presentar mi propuesta. Tal vez seguiría aún en aquella Recepción, soñando con todas las cosas que podría hacer en un puesto nuevo.

La enseñanza que me dejó aquella experiencia es que si realmente nos proponemos algo, podemos lograrlo. Lo importante es dejar de soñar y decidirse a actuar.

En el trabajo, al igual que en la vida, son muchas las personas que nos rodean y podemos fácilmente pasar desapercibidos si no levantamos la mano y decimos "aquí estoy". Es una forma de "vendernos", de demostrar que tenemos capacidades, aspiraciones, compromiso y nos motiva enfrentar nuevos desafíos.

Y ustedes... ¿están de acuerdo con el "se quiere, se puede"? ¿Cuáles fueron sus metas cumplidas a nivel laboral, sus mejores logros? ¿Cuáles son sus metas actuales?

Compartiendo estas experiencias podremos ayudar a aquellas personas que no se animan a decir "aquí estoy" y que siguen soñando con todas las cosas que podrían hacer y no hacen porque creen que no se les presenta la oportunidad. También, revisando nuestros propios logros alimentamos nuestra seguridad y autoestima. Recordemos... "Las oportunidades no se nos dan casualmente, nosotros debemos buscarlas, provocarlas y saber aprovecharlas".



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