jueves, 14 de mayo de 2009

Aprender de los errores

Todos cometemos errores, somos humanos. Pero a veces en los puestos secretariales pareciera que eso no está permitido. Jamás.

No se puede cometer el más mínimo error porque eso significaría falta de eficiencia y, dependiendo de la tolerancia del jefe, hasta podría tener peores consecuencias.

Pero, ¿realmente la eficiencia se mide a través de la perfección? ¡Imposible! Nadie, absolutamente nadie es perfecto. Y las secretarias no son la excepción.

En una oportunidad, un jefe le solicitó a su secretaria que retirara dinero de su cuenta. Como confiaba mucho en ella, le entregó su tarjeta de débito y la clave. La asistente se dirigió al cajero automático y a la hora de ingresar los últimos dígitos de su dni para verificación cometió un error. Sin darle la posibilidad de ningún otro intento, la tarjeta se bloqueó.

Por supuesto, eso ocurrió en medio de una mañana "complicada". La mente de la secretaria parecía estar en mil temas a la vez. Pero esto no era justificación para ella, se sentía muy mal, no solo por no haber cumplido con lo que su jefe le había solicitado sino también por ese perfeccionismo que la caracterizaba.

El trámite para desbloquear la tarjeta era indefectiblemente personal. Si su jefe le había solicitado que retirara el dinero en su lugar era porque realmente él no contaba con mucho tiempo y entonces debería perder valiosos minutos como consecuencia de su error.

Con mucha vergüenza le informó la noticia. Su reacción no fue mala. De hecho su jefe siempre había sido una persona muy comprensiva. Para compensar mínimamente la equivocación, la secretaria le había preparado la documentación necesaria para el trámite. Le pidió disculpas repetidas veces.

Se pregunté qué hubiera ocurrido ante una misma situación pero con su jefe anterior, que no se caracterizaba precisamente por la comprensión, el buen trato o la diplomacia.

Ese acontecimiento podría haber resultado un problema menor para otras personas, pero era para ella muy importante. Se propuse no dejarlo en el olvido y tratar de aprender de él. En adelante podría tener mil cosas en mente, estar preocupada por exámenes, responsabilidades, problemas personales o cualquier otro tema, pero era necesario que siempre se enfocara en lo que estaba haciendo y, especialmente, en las tareas solicitadas por su jefe. No solo para realizar su trabajo con excelencia, sino también para retribuirle de alguna manera su buen trato y su comprensión.

Aprender de las equivocaciones es importantísimo, tanto en nuestra experiencia laboral como personal. En definitiva, a veces cometemos errores como consecuencia de las cada vez más habituales prisas cotidianas y luego el tiempo que perdemos para tratar de resolverlos es mucho mayor.

¿Y ustedes? ¿Qué error recuerdan que las haya hecho pasar un mal momento? ¿Cómo lo resolvieron? ¿Cómo reaccionó su jefe? ¿Les sirvió de aprendizaje?

Una vez más... ¡Gracias por estar ahí!

2 comentarios:

  1. Estimada Analia,
    Me sentí identificada con tu historia, y es el día de hoy que no puede olvidarme de aquel momento...ese día...si ese día en que todo tenía que ser para ese momento, hora, minuto...en esa tarde donde tuve que quedarme más horas por la diferencia horaria que existe entre otros países y la urgencia de enviar una documentación por fax y tener la respuesta a la mañana siguiente....y sabes que me pasó ese dia, esa tarde? Mandé por error a dos representadas nuestras, una competencia de la otra, una solicitud de presupuesto justamente de forma contraria de como correspondía enviarlas, y lo peor !!! Ninguna debía enterarse que estábamos solicitando esa comparación porque podía ser fatal!!!! Y bueh...me pasó, y actué con la verdad, lo enfrenté con mucha verguenza claro, pero enfrenté a mi jefe...y como vos decis..me pasó con este jefe que era muy comprensivo conmigo...por como vos decís..problemas personales, o situación especial que yo tenía en ese momento con mis separación...pero lo que si rescato es que aprendí mucho de ese GRAVE ERROR..ya han pasado casi 4 años de esa situación en esa empresa..pero te aseguro nunca más cometí un error de esas características tan graves para la relación de las representadas con la empresa....obvio seguí cometiendo errores...de menor importancia..pero te aseguro como ese, jamás!!!
    Chicas a todas les deseo mucha suerte, y creanme como dice Analia, de los errores se aprende y lo que más tiene valor en las personas es enfrentarlo con la verdad, porque errar es humano, pero mentir es un defecto del ser humano.

    Un beso!

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  2. Estimada Silvia, ¡muchas gracias por tu aporte! Sin duda todas hemos cometido errores que nos generaron un gran malestar en el momento y que, no solo nos sirvieron para aprender de ellos, sino que incluso hasta los recordamos con humor al pasar el tiempo...

    Un abrazo y ojalá más colegas se animen a compartir sus experiencias...

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